lunes, 30 de marzo de 2009

EL COLMO DE CORREOS

Hace unos días, me quejaba de que el cartero no se molestaba en llamar al timbre para entregar los certificados. Hoy, en el colmo de la vagancia, ya no es que llame o deje de llamar, no, es que ya ni siquiera entra en el portal. Como podéis ver, nos ha dejado la correspondencia en el asidero de la puerta de entrada al portal. ¿Qué pasa? ¿Qué ahora los carteros trabajan a destajo y les pagan más por velocidad en el reparto? Porque sino no lo entiendo. Es el colmo.

2 comentarios:

Morgana dijo...

No es por excusarlo, pero tal vez timbró y no le abrió nadie...

cabreada dijo...

Morgana, no tiene excusa ni justificación, porque tenemos conserje. En el peor de los casos le podía haber dejado la correspondencia a él.